VISITA CÁCERES

INTRODUCCIÓN
El origen de Cáceres se remonta a más de 20.000 años; testimonio de ello son las cuevas de Maltravieso, con pinturas paleolíticas de manos.
La actual zona monumental fue en parte asiento de un poblado fortificado celtibérico y, posteriormente, en torno a los años treinta del siglo I a.C. se realiza una fundación romana: Norba Cesarina. Esta ciudad cayó en las primeras invasiones bárbaras y se convirtió en ruinas hasta el reinado de Alfonso VI.
Probablemente por tener una ubicación estratégica, los almorávides hicieron renacer la ciudad con el nombre de Hizn Qarris. Así, sirviéndose de los basamentos del recinto romano, los almohades levantaron unos gruesos muros hasta que Fernando II de León reconquistó la ciudad en el año 1169 y la encomendó a una orden militar, Frates de Cáceres.
Entre 1173 y 1229 los almohades vuelven a apoderarse de la población hasta que la ciudad es reconquistada definitivamente por Alfonso IX de León.
RUTA PROPUESTA

TORRE DE BUJACO
La Torre árabe de Bujaco, que da sombra a la Ermita de la Paz, fue construida con sillares romanos. Tiene 25 metros de altura, dos matacanes -voladizos y salientes- y acaba en unas almenas afiladas, huella almohade que rememora al califa Abú-Ya'qub, cuyas tropas conquistaron la ciudad en el siglo XII.

ERMITA DE LA PAZ
La Ermita de la Paz es una capilla renacentista construida en el siglo XVI sobre pilares de piedra. Posee un pórtico de tres arcos de medio punto que dan lugar a un modesto patio cubierto por una bóveda de ladrillo. En el siglo XVIII se añadió el enrejado decorado con las tres iniciales (IHS) y un águila bicéfala, símbolo de la casa de Austria.

ARCO DE LA ESTRELLA
El Arco de la Estrella sustituyó
en el siglo XVIII a la Puerta Nueva, ante la que en 1477 la reina Isabel la
Católica juró defender los fueros, privilegios y libertades de la villa de
Cáceres. Sufrió un rebajamiento y fue construido de forma oblicua, perforando
la propia muralla, para posibilitar el trasiego de los carruajes en dirección a
la zona del Adarve. En su parte posterior hay un templete de estilo barroco que
cobija una pequeña escultura de la Virgen de la Estrella.

CONCATEDRAL DE SANTA MARÍA DE CÁCERES
La Concatedral de Santa María de Cáceres es un templo medieval, de estilo románico con elementos góticos y renacentistas. Dispone de tres naves con pilares con forma de cruz y columnas adosadas. Las cubiertas son bóvedas de crucería con terceletes y ligaduras, pero su exterior es realmente sobrio con dos portadas de exquisitas arquivoltas.

PALACIO DE LOS GOLFINES DE ABAJO
Es una joya de la
arquitectura palacial cacereña de construcción gótica y fachada de comienzos
del Renacimiento. En su interior, después de recorrer la sala de armas, se
puede leer la inscripción: "Aquí esperan los Golfines el día del Juicio".

MUSEO DE CÁCERES (O ALJIBE DEL PALACIO DE LAS VELETAS)
Se encuentra en la misma plaza que la iglesia de San Mateo y en 1477 se transformó en el Palacio de las Veletas.
En el interior hay un patio central con dos pisos bajo columnas toscanas que sostienen arcos de medio punto. En la planta subterránea se encuentra el aljibe, que es una magnífica obra que sigue el modelo de las mezquitas: cuatro arcadas de herradura que sustentan cinco hermosas bóvedas de medio cañón peraltado de ascendencia siria.
Como era costumbre en la arquitectura musulmana, el apoyo de estas arcadas eran materiales reaprovechados: fustes, basas y capiteles romanos e incluso alguna pilastra visigótica. Hoy -como ayer- sigue almacenando el agua de la lluvia.
Además, también sirve como sede del Museo Provincial, exponiendo en sus salas restos prehistóricos, protohistóricos y romanos encontrados en la provincia.

TORRE DE LAS CIGÜEÑAS
Las relaciones entre las distintas familias nobiliarias de finales del siglo XV eran cada vez más complicadas, por lo que en 1476 Isabel la Católica mandó desmochar todas las torres "por manera que queden yguales con las otras casas, donde están fechas". Sin embargo, hubo una que tuvo el privilegio de mantenerse coronada de almenas, la del palacio de Don Diego de Cáceres Ovando, la Torre de las Cigüeñas.

IGLESIA DE SAN MATEO
Al terminar la cuesta de
la compañía, nos encontramos con esta iglesia gótica del siglo XV. Destaca en
su interior un formidable retablo de pino del año 1760 con tres cuerpos y tres
huecos. Previamente, en esta plaza debió de situarse una mezquita almohade y,
como es costumbre en la Reconquista, este espacio sagrado se decidió ocupar con
la iglesia de San Mateo.

CASA DEL SOL
Se trata de una casa del siglo XV con cuidada sillería y un matacán semicilíndrico y aspillerado. Por supuesto, también en esta sobria fachada aparece el escudo de los Solís: bajo un yelmo de caballero, un sol de piedra se sacia de rayos y cabezas de serpientes. Vivieron en la Casa del Sol los Golfines y Pantoja, Galíndez Pérez Pantoja, marido de doña María de Solís, hermana del Maestre de Alcántara, don Gómez Solís.
Los Solís que vivieron en Cáceres durante la Reconquista, enlazaron con los Blázquez. Y, como la única descendencia de ellos que quedó en la villa de Cáceres fue la de la citada doña María, eliminaron los apellidos Pantoja y Galíndez para continuar luego con el de Solís.

CASA MUDÉJAR
Se trata de una construcción del siglo XV recubierta con un estilo mudéjar toledano con ladrillo en su cuerpo superior y mampostería en el inferior. Destaca la ventana estructurada con arcos apuntados -túmidos-, con un mainel granítico rematado por un capitel en forma de pirámide invertida a la vez que truncada. Algunos hablan de este edificio como "la huella cálida de cómo era posible la convivencia entre "moros" y cristianos".

CASA DEL MONO (O CASA DE ESPADERO-PIZARRO)
Tiene sobre la portada de medio punto un escudo enmarcado en un pequeño alfiz que, a su vez, es sostenido por las garras poderosas de dos leones tenantes. Se trata de un escudo que acuartela las armas de los linajes de Espadero, Sánchez, Pizarro y Ribera. Debajo de todo ello se puede llegar a leer la exclamación religiosa: "De ore leonis, líbera nos, Domine". En la parte superior hay una ventana rematada con un arco conopial y, finalmente, las gárgolas de la cornisa introducen ese componente fascinante del Medievo.
Cuenta la leyenda que en el siglo XV vivían en esa casa los burgueses Gonzalo de Cáceres y Marina Alonso de los Nidos. Este matrimonio no lograba concebir un hijo, así que Gonzalo, tras uno de sus viajes a las Américas como comerciante, trajo consigo un mono que acabó siendo tratado como el hijo que no conseguían tener. A la vuelta de otro de sus viajes, Marina dio la noticia de estar esperando un hijo. Al tenerlo, destronó toda la atención que había tenido el mono y este, arrebatado de celos, cogió al pequeño y lo lanzó por la ventana. Tal fue la pena que le causó la muerte de su hijo a Marina que ella falleció también, y Gonzalo, furioso con el mono, lo mandó encadenar con grilletes junto a la escalera de la casa. Por ello, al entrar en el patio irregular del palacio, en la baranda de la escalera, hay un simio de piedra y, junto a este, una cabeza de una esclava negra.
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